Revoque de cemento para paredes interiores y exteriores
¿Quieres hacer un buen revoque y no tienes muy claro los materiales, cantidad o el orden en el que van?
La mezcla es como una receta de comida y necesita de medidas más o menos exactas, procedimientos y orden. Vamos a explicar de una manera sencilla como realizar el revoque, desde el preparado de la mezcla hasta el acabado.
Hay muchos y buenos materiales para realizar la mezcla, las buenas marcas de cemento siempre son un poco más caras que las que se ofrecen en tiendas no especializadas. Así que siempre es mejor pagar un poco más.
La mezcla
Antes que nada, usa un equipo de protección adecuado incluyendo una mascarilla, ya que se genera muchas sustancias nocivas como el polvo de cemento.
Para la preparación de la mezcla hay muchas recomendaciones oficiales de cada marca de cementos, pero casi todos incluyen estos materiales.
- 4 sacos de arena
- 1 saco de Cemento
- Agua a ojo según el uso que le vayamos a dar a la mezcla
La cantidad de agua es algo que se debe hacer tanteando la mezcla poco a poco hasta llegar a la consistencia adecuada. La mezcla cementosa tiene que quedar un poco líquida, aguada más o menos. Tendrás que tirarla contra la pared como si la salpicaras y no se debe resbalar de la misma. Si está muy seca, se caerá, si está muy aguada, chorreará por la pared.
Para realizado este paso vamos a mezclar la arena con el cemento hasta que la mezcla se vea uniforme y gris. Agregamos agua poco a poco y mezclamos. Seguimos agregando agua y, si la arena está húmeda, usamos menos agua.
Dejamos reposar la mezcla 5 minutos para estabilizar la humedad en el material.
Salpicando la pared
La manera de proceder es muy sencilla y en esta ocasión explicaremos los pasos necesarios para revocar una pared interior a la manera tradicional. En primer lugar, tenemos un muro de ladrillos que puede parecer más o menos recto. Sin embargo, debemos corroborarlo con una plomada o nivel de tamaño largo y con una regla, que puede ser metálica o de madera, la condición es que tenga un lado perfectamente recto. De no estar lo suficientemente derecha vamos a tener que rellenar con material para que no se caiga la mezcla.
Para realizar las fajas, que servirán de referencia para el espesor del revoque (generalmente 2 o 1,5 cm), debemos perforar la pared con un clavo en una de las esquinas superiores, a 30 cm de la parte superior y a 15 cm de uno de los lados, y dejar la cabeza afuera la misma distancia del espesor. Esa misma altura la trasladamos hasta el otro extremo y tensamos un hilo entre ambos.
Luego creamos una marca cada 1,3 metros para saber dónde irán las fajas. Esta última distancia puede ser menor dependiendo del ancho que tenga la pared, pero no mayor que esa medida debido a que cargará mucho peso en la misma superficie.
En cada marca ponemos un poco de mezcla (Arena 3: cemento 1) y colocamos un taco de madera que roce el hilo de referencia. Esa medida la bajamos con una plomada y hacemos lo mismo en la parte inferior y el centro de la altura. Con la misma mezcla, pero más diluida cubrimos todo el alto y generamos la faja de un ancho de 10 o 15 cm.
Una vez seco, comenzamos a arrojar el material con una cuchara desde la parte superior y rellenamos cada franja. Para quitar el excedente apoyamos la regla en dos fajas consecutivas y la movemos en zigzag de abajo hacia arriba. Estos pasos se deben hacer sucesivamente hasta tener todo cubierto. Al final, con unos clavos en la mano, rallamos la superficie para fortalecer la adherencia del revoque fino.
Esto último se logra mezclando 4 partes de arena fina, 1 de cal y 1/8 de cemento, podemos preparar el mortero con los dos primeros componentes y agua y dejar preparado y luego agregar el cemento al momento de revocar. El fino se coloca directamente con la cuchara sobre la pared, no se arroja. Para finalizar, diluimos bien la mezcla y la esparcimos con un fratacho con almohadilla para dar una terminación más fina.
Curado de la pared
Para evitar la aparición de fisuras y grietas en el revoque hay que curarlo.
Y esto consiste en mantenerlo húmedo rociando agua periódicamente. Si el revoque se mantiene húmedo, su resistencia y durabilidad serán mayores.
Si el revoque es en paredes exteriores hay que dejar pasar 6 horas para poder realizar el primer curado.
Lo ideal es hacer dos o tres curados al día, a la mañana, al medio día y a la tarde los primeros 3 días si puede ser.
Si el revoque es interior hay que dejar pasar doce horas para hacer el primer curado y haremos un curado diario por la mañana los primeros siete días.