Sate, Sistema de aislamiento térmico por el exterior

Las sociedades desarrolladas están demandado sistemas que eviten gastos elevados o perdidas de energías, cada vez mas caras y contaminantes.

Por este motivo nos estamos volviendo más exigentes demandando medidas de apoyo en los edificios en los que viven o trabajaban, estas exigencias van desde la seguridad, hasta el comportamiento de los materiales frente al fuego y los elementos.

Cubiertas las demandas de protección, en las sociedades desarrolladas fueron aparecieron nuevas exigencias de confort y llegaron los sistemas de confort térmico o acústico.

Todo esto paso a un segundo plano cuando el consumo de energía pasó a ser un problema, en este momento el aislamiento térmico adquirió además la función de contribuir al ahorro energético.

Como en muchos otros casos fueron los suecos los que empezaron a desarrollar en Suecia en 1940 los SATE y en 1950 se fueron expandiendo a Alemania y Suiza. Estos países fueron principalmente y los centro europeos los que al tener un parque inmobiliario más antiguo y más escasez de suelo en el interior de las ciudades, decidieron usar la rehabilitación y optaron por el aislamiento al ser idóneo para adaptarse a edificios ya construidos.

En los países del sur de Europa, la entrada fue más tarde debido a que la preocupación estaba más en protegerse del calor que en el aislamiento y por otro a que hasta hace relativamente pocos años no se dedicaban muchos esfuerzos a la rehabilitación de los edificios, que aun eran modernos.

En la actualidad, al hablar en términos de sostenibilidad energética, los aislamientos térmicos de exterior juegan un papel cada vez más destacado en la disminución de emisiones a la atmósfera. Además el ahorro económico que supone adecuar las fachadas a las exigencias de una envolvente térmica es del orden del 20%.

¿Como funciona?

Lo principal y más característico del sistema de aislamiento térmico exterior, por su nombre corto SATE, es que el aislamiento térmico está colocado en la parte exterior del edificio mediante adhesivos y fijación mecánica y protegido por un revestimiento exterior.

Esta solución dota a los edificios de un sistema eficaz para reducir el consumo energético del edificio, permitiendo ahorrar más de un 20% de energía e aumentando así el bienestar y la calidad de vida de sus inquilinos.

Aparte de las ventajas obvias, con el aislamiento térmico por el exterior de fachadas se logran otras ventajas, no se reduce los metros útiles en los edificios de obra nueva ya que el espacio interior no se ve reducido. También contribuyen a la decoración de la fachada pudiendo pintarse de diferentes colores o con acabados acrílicos.

Los sistemas de aislamiento térmico exterior de fachadas son la forma más eficiente para aislar térmicamente las fachadas tanto del frío como del calor.

En época de invierno el aislamiento actúa de resistencia a la fuga del calor del interior de la vivienda hacia el exterior manteniendo las paredes calientes, ayudando a que el sistema de calefacción funcione de manera más eficiente reduciendo costes.

En los meses de calor el proceso se produce a la inversa.

De esta manera, se otorgar al edificio un mejor comportamiento frente a la humedad y temperatura exterior, ya que se regulan las pérdidas y ganancias térmicas, se evitan los puentes térmicos de la estructura como el los pilares y frentes de forjado y se reduce el riesgo de condensaciones, manteniendo las características del edificio.